Mentira.
No sos de esa otra clase.
No entras entre los que fluyen.
Ni te animas a romper el aletargo encantado de la sonrisa que no asoma.
Pero no caes.
No llega el golpe.
Solo tiemblan los músculos especulando estallar pronto.
Solo pasto alrededor de un par de brazos enterrados.
2 comentarios:
llegue por recomendacion... me di cuenta...
me gustan las recomendaciones.
me gusta tu manera de llenar el vacio...
seguí encarnándolo.
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