La niña tenía algo así parecido al miedo.
Hambre y una panza llena.
Aire en los ojos y agua atragantada en el pecho.
Un esperar que pase sentadita en la silla viendo dibujitos y un dejar pasar ambiguo si en realidad esperaba más, las piernas no se le quedaban quietas.
¿siempre más?
No estaba enferma le dijo el doctor y le recomendó a papá que la lleve a jugar por ahí, que descargue, es una niña muy ansiosa para la edad que tiene, déle unas vueltas a la plaza, como al perro vio.
Ella escuchó cuando hablaban y lo de ansiosa no lo entendió.
-¿Qué es eso papá?- le preguntó.
- Que sos muy inquieta hija, pero ya se te va a pasar – respondió mientras la aplastaba con una mano por la cabeza cual palma en el hombro de que se le va a hacer.
Y al volver sintió
que ya no sentía eso.
Al rato de dormir entre brazos, se calma- concluyo la niña al llegar a casa y le contó a papá casi alterada por la emoción de no sentirse tan anhelosa:
La siesta en el jardín es distinta a la que duermo en mi cama, el oso no me abraza pero un nene si.
Cuando apagaron las luces del aula, me agarro una mano y me empujo para abajo.
Nos escondimos debajo de la mesita, nos tapamos con individuales y compartimos una merienda de bocas y salivas. Nunca me había chocado con los dientes de otra persona, es raro pa, son duros.
Pero lo bueno es que ahora no me voy a portar mal como dijo el médico.
Me calme, aunque no entiendo por que, ¿siempre se pasa cuando alguien te abraza?
3 comentarios:
si, siempre se pasa.
niña andas buscando un par de brazos?
los mios no los ves pero gustosos te agarrarian por toda una noche.
de siestas sin merienda.
saludos niña ines
me gusta tu ingenua concepcion.
marcos
Yo tambien creo que te amo.
Ay niña, Ay!! cuánto te quiero!!!
Willie John Boy
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